El poder de los equipos multigeneracionales


El talento no tiene edad, tiene impacto. Las organizaciones que reconocen el valor de cada etapa de la vida profesional están un paso adelante. En el corazón del talento, la edad no es una barrera: es una oportunidad para innovar y aprender. La diversidad generacional no solo enriquece la cultura laboral, también impulsa soluciones más creativas y adaptables al futuro. La convivencia de múltiples generaciones en el trabajo es ya una realidad cotidiana.
Desde centennials hasta baby boomers, los equipos hoy reúnen edades, experiencias y visiones del mundo muy distintas. Lo que antes se consideraba una brecha, ahora debe verse como un activo estratégico. Los más jóvenes suelen dominar la tecnología, pensar en red y tener una mentalidad ágil. Las generaciones mayores contribuyen con experiencia, visión a largo plazo y habilidades sociales más consolidadas. Esta combinación enriquece las decisiones, eleva la creatividad y permite entender mejor a una base de clientes también diversa. Para aprovechar esta riqueza, RH debe adoptar un enfoque consciente y estratégico. No basta con tener equipos diversos por edad: hay que saber gestionarlos.